La historia de Miguel y Nani no terminó el día de su boda. Aunque fue un día inolvidable que vivimos con ellos en el Santuario de la Fuensanta —donde estuvimos capturando tanto fotografía como vídeo—, semanas después volvimos a encontrarnos para hacer su sesión postboda en La Santa de Totana.
Una segunda parte más relajada, sin prisas, solo ellos y nosotros (Marina y Emilio) con nuestras cámaras.
Un día de boda con vídeo y foto en la Fuensanta
El día de su boda lo pasamos junto a ellos desde bien temprano, acompañándolos en cada momento importante. La ceremonia fue en el Santuario de la Fuensanta, un lugar imponente, con vistas a la ciudad de Murcia y una atmósfera perfecta para bodas con ese aire emocional y auténtico que tanto nos gusta capturar.
Allí hicimos tanto foto como vídeo, aprovechando la luz, los rincones naturales y la energía de una pareja que no paraba de sonreírse. Ese día todo iba muy rápido —como suele pasar en cualquier boda—, pero conseguimos sacar muchos momentos reales, íntimos y llenos de conexión.
La sesión postboda: La Santa de Totana y la magia de la tranquilidad
La verdadera sesión postboda fue otro día, sin nervios, sin reloj, sin distracciones. Esta vez solo hicimos fotografía, y lo hicimos en La Santa de Totana, un enclave perfecto para seguir contando su historia con más calma y libertad.
La diferencia se nota. No hay invitados esperando, no hay protocolos que seguir. Solo está la pareja y el paisaje. Es ahí cuando surgen las fotos más auténticas, cuando todo fluye sin forzar y la cámara se convierte simplemente en una observadora de momentos de verdad.
En esta ocasión, el entorno nos dio muchísimo juego: una arquitectura única, vegetación que aporta textura a los planos, y una luz ideal que fuimos aprovechando en cada rincón. La Santa tiene ese equilibrio entre lo monumental y lo natural que convierte cualquier sesión en algo especial.
¿Por qué hacer una postboda?
Muchos novios no tienen claro si merece la pena hacer una postboda. Nosotros siempre decimos lo mismo: si quieres cerrar tu historia con fotos más relajadas, íntimas y con más espacio para la creatividad, la respuesta es sí.
En el caso de Miguel y Nani, esa decisión les permitió tener un reportaje mucho más completo: un recuerdo fiel del día de la boda en la Fuensanta, con todo lo que implica a nivel emocional y de celebración, y otro conjunto de imágenes más pausadas y naturales en Totana, donde solo importaba su conexión.
Además, al poder elegir lugar, hora y condiciones, sacamos lo mejor de la pareja sin la presión del reloj ni los compromisos. Esto se traduce en imágenes más sinceras, expresivas y potentes.
Nuestro enfoque: contar historias reales
Cada pareja tiene su forma de sentir y de vivir. Nosotros no buscamos que todas las fotos sean iguales, sino que cada sesión —ya sea preboda, boda o postboda— refleje lo que hay entre ellos.
En este caso, lo que más nos llamó la atención fue su manera de mirarse, sin hablar, como si no hiciera falta nada más. Y eso es lo que intentamos plasmar en cada imagen: miradas con peso, gestos con significado y momentos que no necesitan palabras.
La sesión postboda de Miguel y Nani en La Santa es un ejemplo de cómo un buen entorno, tiempo suficiente y una pareja con ganas puede dar lugar a un reportaje único que complementa perfectamente el recuerdo del día de la boda.
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Si te ha gustado esta historia y te gustaría tener un recuerdo así de auténtico y natural, puedes escribirnos y estaremos encantados de contar la vuestra.